POSADAS. En el marco de la implementación de la nueva ley de energías renovables de la nación, el impulso del gobierno de la provincia a la generación hidráulica y de biomasa y la necesidad de mayor volumen disponible, el magister en Gestión de la Energía, Carlos Andrés Ortiz, señaló que es necesario un debate serio respecto del desarrollo económico sustentable basado en datos reales. "Las energías alternativas deben ser aplicadas pero en su justa medida", señaló.

En una entrevista cedida a Radio Antena Uno, Ortiz explicó que los sistemas de generación de energía tienen dos grandes componentes, "las usinas, que no se interrumpen y por ello son de base y las alternativas o intermitentes que sirven para generación complementaria". En el primer grupo se encuentran las termoeléctricas, basadas en combustibles líquidos y carbon, las hidroléctricas y las nucleares. En el segundo se encuentran las conocidas como alternativas, que se basan en el concepto de intermitencia ya que "el ser humano no puede hacer nada para controlar -el sol o el viento- y de un segundo para otro dejan de generar".

Dentro de las centrales de generación alternativa los inconvenientes para la administración de la red de dsitribución son mayusculos. "En principio éstas tienen inconvenientes con las oscilaciones de tensión", característica técnica del propio sistema, que no puede entregar de forma simple y estable, la tensión necesaria para el transporte. Para que las centrales alternativas funcionen bien "deben tener en conjunto una de base", explicó el especialista, en relación a que necesariamente se debe instalar una termoeléctrica, o hidráulica, o nuclear en las cercanías, para evitar los cortes propios del sistema.

La nueva reglamentación de la Ley de Energías Renovables (27.191) de la nación establece que el país deberá consumir 20% de energías renovables para el año 2025 y un 8% para el 31 de diciembre 2017. Según Ortiz sobre pasar ese nivel de generación de esa fuente "sería un caos técnico" ya que sería "muy difícil garantizar el servicio". Aseguró además que "se puede ver esto en varios países del mundo por ir demasiado rápido hacia las eólicas y las solares".

Según el especialista "España desactivo parcialmente los enormes subsidios a las alternativas por los problemas económicos de la UE" y esto generó un aumento en el valor de la energía. El detalle, señaló Ortiz, es que los impulsores del sistema "armaron una gran red legal que favorece a los proveedores en desmedro de todos los españoles". Por otro lado, continuando con la situación actual del mercado de energía de Europa, "el costo medio de los alemanes se incrementó en un 20%", tras la implementació de la ley de energías alternativas que dió de baja el sistema nuclear. "El otro costo del que no se habla es la brutal dependencia geopolítica del país europeo" explicó, en referencia a que Alemania no tiene producción de petróleo, gas y ya construyó todas las hidroeléctricas posibles en su territorio.

La problemática geopolítica, que debe ser mirada con mucha atención para generar políticas de desarrollo industrial, para Alemania significa hoy "ser altamente dependiente del gas ruso" y es por ello que trata con mucho cuidado los problemas de la frontera con aquél país.

Volviendo a la Argentina Ortiz señaló que "los mismos que hicieron las privatizaciones de casi todo el patrimonio energético en los ´90, que nos costó muy caro, son los que impulsan ahora el nuevo rumbo". Explicó que en la oportunidad anterior las inversiones se realizaron "con cero riesgo y todos los costos fueron sobre el estado nacional", situación que se modificó tras la estatización de YPF. "Ahora es lo mismo, sumando que excluyen del término energías alternativas a los sistemas hidroeléctricos mayores a 30MW de generación", lo cual deja de favorecer las inversiones subsidiadas o con créditos a largo plazo de organismos internacionales para generadoras de base.

Un detalle que explicó el magister sobre la nueva ley y las licitaciones de energía que se realizaron a nivel nacional es que "se establece que habrán aumentos de al menos el 20% por año" en el precio de venta de la energía, que no es lo mismo que el costo de producción.